El Megalodon, un tiburón prehistórico gigante que mide hasta 60 pies de largo, ha cautivado la imaginación de personas de todo el mundo. Pero por más temible que parezca, hay todo un reino de criaturas de las profundidades marinas que podrían competir incluso con el Megalodón en términos de misterio y teoría. El calamar coɩossaɩ, que se encuentra en las partes más profundas del Océano Austral, puede crecer hasta 45 pies de largo. Lo que hace que esta criatura sea particularmente aterradora es su variedad de armamento: ojos enormes del tamaño de platos y ganchos giratorios en sus tentáculos, capaces de cortar heces. Si el Megalodón hubiera existido, es probable que el Calamar Cooѕsaɩ sería su oponente más foгmіdаЬɩe.
El isópodo gigante de las profundidades marinas se parece a una pastilla de gran tamaño. Si bien es menos ágil que otras criaturas, su apariencia gótica es suficiente para hacer estremecer a cualquiera. Estos crustáceos, que crecen hasta 2,5 pies de largo, son carroñeros y se alimentan de la vida marina en descomposición en las llanuras abisales. El gran tamaño y volumen de estas criaturas las convierte en una vista desconcertante en las profundidades oscuras.
A menudo denominado “fósil viviente”, el tiburón con volantes es una especie primitiva que apenas ha cambiado a lo largo de millones de años. Con su cuerpo largo y delgado, sus fauces abiertas llenas de dientes en forma de agujas y hendiduras branquiales que parecen volantes, parece más un mopper de una película de horog que un animal real. El tiburón con volantes puede alcanzar longitudes de hasta 6,5 pies y es conocido por su comportamiento esquivo y agresivo.
Otro antiguo ргedаtor, el tiburón duende, deambula por las oscuras profundidades del océano. Su característica más distintiva es su hocico alargado y saliente, que utiliza para detectar ргeу. Pero el verdadero poder viene cuando ataca: su mandíbula puede extenderse hacia afuera para espaciar el arma con gran velocidad y precisión. A pesar de su movimiento generalmente lento, la técnica de alimentación del tiburón duende es rápida y difícil. Aunque el Megalodon ahora está extinto, estas criaturas de aguas profundas siguen muy vivas, acechando en las partes más oscuras del océano. Cada uno de ellos posee rasgos únicos que son a la vez fascinantes y aterradores, y nos recuerdan los misterios que aún permanecen ocultos en las profundidades inexploradas.